Su sonrisa, su caracter, su mirada, ella. Ella era lúcida y alucinanate. Pero la vida, muestra nuevas rutas, ella siguió su leyenda personal y caminó sin parar, poco a poco.
El camino es duro y ella se marchitó, lloró, gritó, berreó y un buen dia decidió armonizar su alma y en ese nuevo lugar, lejos del anterior, la gente entendió que ella era lúcida y alucinante.
No me conoces muy bien, pero si me lo permites, tengo tendencia a repetir una y otra vez lo duro que me resulta escribir.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aquí nadie expresa tanto con la cara como tú.
ResponderEliminarno mola.